¡Feliz año nuevo equipazo! Sé que
hace mucho que no publico pero prometo que no ha sido por falta de ganas, sino
de tiempo. El 2014 acabó muy intenso y el 2015 tiene una pinta frenética (¡BIEEEN!),
así que cada vez tengo más y más cosas que contaros. Iré poco a poco, pero el
trayecto será movidito. ¿Preparados? Pues empecemos el año con una promesa de
hace tiempo: qué tenemos que saber sobre lo que engloba el estilismo.
Hace unos días vi un vídeo en YouTube de la serie de Academy Originals (canal que os recomiendo mucho seguir si
habláis inglés, por cierto), en el que Mark Bridges decía que los actores
trabajan muchísimo en crear el interior del personaje, y lo que hacía él era
darles una carcasa. Es tal cual. La apariencia física de los personajes nos da
muchísima información sobre cómo son, nos muestra lo que no se dice, pero
refleja una barbaridad sobre quién tenemos delante. Por eso es fundamental el
trabajo de estos equipos, y nosotros somos los encargados de coordinarles con
el resto de departamentos.
Yo normalmente hago el desglose de guión incluyendo vestuario, maquillaje y peluquería. Teniendo en cuenta los
días narrativos, marco cambios de estilismo numerando y especificando o bien lo
que pone en el guión, o bien el contexto. Por ejemplo, en vestuario:
3N (vaqueros y camiseta de
Nirvana)
Éste es el tercer cambio de Nuria. Es decir, el tercer modelito con
el que aparecerá en pantalla cuando la peli esté montada, NO el tercer traje
que le van a poner en rodaje. Y si lo especifico tanto es porque lo pone tal
cual en el guión, pero puede que más adelante cambie.
5N (fiesta elegante)
Éste es el
quinto cambio de Nuria. Y no sé cómo va vestida, pero apunto el contexto para
tener claro que en vaqueros, no será.
Con peluquería y maquillaje
apunto sólo las cosas muy específicas, como que ponga en el guión “se suelta el
pelo” o “empieza a llorar”. También incluiría cosas como “brecha en la sien izquierda”, pero de la
separación entre maquillaje y caracterización (FX), y lo que implica, os hablo otro día, que da para un post entero.
"Prótesis para cortar cuello, aparataje bombeo de sangre" son cosas que en el desglose pongo en FX, no en maquillaje. Y en esto que veis del rodaje de Vampyres me lo pasé como una enana. En la foto: Colin Arthur, Anthony Rotsa, servidora y Sarah Pullin. |
El siguiente paso para mí es contrastar esos desgloses con los de cada departamento. Lo normal es que ellos se hagan el suyo propio también y al ponerlos en común, haya que cambiar cosas en el nuestro. ¿Para qué? Para que cuando en la Orden de Rodaje ponga “Nuria 3N”, todos tengamos claro que va con vaqueros y una camiseta que al final es de los Rolling en vez de de Nirvana. Sobre todo por el mundo raccord, porque lo normal es que rodemos en distintas jornadas pequeñas partes de ese tercer día narrativo, y Nuria tendrá que repetir el mismo vestuario, peluquería y maquillaje en todas ellas.
Para todo ello, lo ideal, lo que
DEBE hacerse, es pruebas de todo antes de rodarlo. De esa forma, cuando en la
Orden ponga Nuria 3N, pasará lo siguiente:
- Vestuario tendrá una percha preparada con el modelito completo, sabiendo que son las tallas de la actriz, y una etiqueta que ponga que ese es el cambio 3N. Y a veces también ponen las secuencias en las que aparece.
- Maquillaje y peluquería sabrán cómo va peinada y maquillada en todas las secuencias en las que lleve ese cambio y si tiene algún cambio dentro de ellas (pelo suelto o recogido, rímel corrido o en su sitio, etc.)
¿Y yo qué sabré? Cuánto tiempo
van a tardar en tener lista a Nuria, no sólo con ese cambio, sino con todos los
que tenga en la película. Vale, no todos, a veces no es tan exhaustivo todo,
pero lo bonito es que lo sea (lo
bonito para psicopatitas como nosotros). Al hacer las pruebas, esos
departamentos pueden comprobar cuánto tardan en prepararla, y comunicármelo. Y
yo haré las citaciones en base a lo que me han dicho. Y al criterio personal y
la experiencia previa, porque los hay que siempre se quedan cortos en el
cálculo y los hay que te piden mucho más del humanamente lógico. Así que
sentido común (y mucha mano izquierda al presionar, que todos tenemos corazoncito).
Esta soy yo hace muy poquito, actualizando la Orden de Rodaje en base a cambios de última hora en estilismo (y tiempos realistas). Foto: Jorge Puente © |
Ahora bien, en ocasiones no se
hacen pruebas, y a veces aún así todo sale bien porque se alinean los planetas, pero otras veces... la liamos parda.
Por ejemplo, yo trabajé en una serie este año en la que no se pudieron hacer
pruebas de maquillaje y peluquería, aunque sí de vestuario. Planifiqué en base
a mi criterio y por condicionantes variados, había varias jornadas en las que
rodábamos secuencias de distintos
capítulos. ¿Y cuál es el problema? Que como yo no lo pregunté directamente,
nadie me dijo que habían decidido que en cada capítulo la protagonista llevaba
el pelo de una manera, marcando los cambios de look como rasgo del
personaje. Uno rizado, otro liso, otro recogido y rizado, otro liso con tupé. Y
sobre todo: que nadie le comunicó a peluquería que la muchacha tenía el pelo
teñidísimo una vez encima de otra y no había quien lo domara. Y aquí tenemos de
nuevo el problema de dar las cosas por hecho. ¿Porqué qué pasó? Que tuvimos que
esperar por peluquería constantemente, que el raccord canta La Traviata porque
eso no se quedaba igual jamás y que la pobre actriz salió de allí con el pelo
aún más destrozado de lo que lo traía. Caos, horror. La pesadilla del ayudante.
En cualquier caso, en el momento
del rodaje siempre conviene tener a un compinche atento a tiempos que necesita
cada uno, y a otras variedades. Por ejemplo, y con esto hay que dar mucho el
coñazo para evitar disgustos:
- JAMÁS se come con la ropa del personaje. Que no, copón. Si no se pueden cambiar porque se pierde mucho tiempo, siempre hay que tener a mano un albornoz o un algo que cubra el vestuario. Porque, ¿no os pasa a vosotros que el día que vais de guapos, estrenando camisa o vestido, zas lamparón de tomate que no sale hasta el quinto lavado? Pues con el vestuario pasa lo mismo. Que nadie se mancha aposta y que todo el mundo sabe comer como las personas, pero en esta profesión Murphy nos adora.
- JAMÁS se cambia de look a un actor sin que dirección haya dicho que puede hacerlo. Y cuando digo dirección me refiero al primero de dirección. Sólo el primero puede decir si un actor está liberado porque es el único que lo sabe a ciencia cierta. A mí me ha pasado un par de veces últimamente, que el propio director le diga a un actor que ha acabado su jornada porque está con mil cosas en la cabeza y no se acuerda de que le falta un plano. Confirmad siempre, por el bien de la humanidad.
- SIEMPRE preguntad, si estáis en dirección, si un actor está listo. Y si estáis en alguno de los departamentos de estilismo, avisad cuando esté listo por vosotros. Y listo significa listo, no digáis que está si le faltan los zapatos o hay que hacerle los labios. Que a todos nos encanta el buen rollo en set pero puf qué sopor y qué caras feas cuando estamos para rodar y sin saberlo, hay que mandarlo de vuelta a vestuario.
- Atención al raccord, las marcas visibles, el moiré y el aliasing. Lo normal es que el equipo de vestuario esté muy atento a qué materiales utilizan y no haya tragedias griegas, pero si ves algo raro, dilo (y contrasta con el equipo de foto). Dilo con tacto y delicadeza, pero dilo. A mí me pasó que rodando en exteriores nos encontramos con que los pantalones del actor hacían moiré y su cambio más cercano estaba lejos. Así que le calzamos los vaqueros del steady y tiramos, pero esas cutreces es mejor evitarlas porque un stedy currando con unos pantalones de showroom es un cuadro dantesco e incómodo. Y hablando de showrooms, también chequear mil veces que esa prenda no tenga que volver a jugar antes de devolverla, que suena tonto pero ay qué de anédotas. Esperad con ansia el glorioso momento en el que se diga “este cambio, ha muerto”.
Os seguiría contando cosas pero
esto ya es demasiado largo, así que lo dicho, os hablaré con más detenimiento
de maquillaje y peluquería (y caracterización… ¡sangre, pus, bichos feos!) en
otro momento. Hasta entonces estoy a vuestra disposición en la sección de
comentarios, y que el 2015 nos llene a todos de proyectos bonitos y remunerados
hasta el absurdo, ¡a por ello!