A los directores de
fotografía hay que quererles. Bueno, hay que entenderse con ellos y procurar
llevarse bien, y así a lo tonto a algunos se les acaba queriendo mucho. Esto es
tan así porque de cómo de bien nos llevemos nosotros con el DOP, dependerá en
gran medida nuestro humor durante el rodaje y con ello, el ambientillo general
(porque cuando nosotros gritamos con mal tono la gente –toda– se crispa mucho). Por cierto, voy a decir DOP para abreviar, que son las siglas en inglés (Director Of Photography).
Pol Turrents, director de fotografía consagrado que se hace querer (y admirar) públicamente desde su pedazo de blog. |
Yo procuro establecer una
buena comunicación con el DOP desde el comienzo de la preproducción, y este
tramo para mí hay dos momentos clave:
- La reunión con el director y el guión técnico en la mesa. Ya os dije que lo ideal es que ahí también esté el DOP, para ver qué tal se entiende con el dire y estar muy atentos a todo lo que debaten. Además es el momento perfecto para preguntar dudas sobre cómo van a resolver determinadas iluminaciones y movimientos de cámara, porque saberlo desde ya me va a ahorrar mucho tiempo en rodaje.
- Cuando vamos a localizar. Localizando yo confirmo unas cincuenta y ocho cosas a la vez: ruidos que se nos puedan colar, zonas para el equipo (vestuario-maquillaje-catering…), por dónde entra y se va el sol (y a qué horas lo hace), cuánto necesitará currárselo Arte, dónde dejar el equipo de foto que no se esté usando, dónde hay enchufes, qué capacidad eléctrica tenemos, etc. Y tener a Producción a mano es maravilloso en todo esto, para cotejar ideas y prevenir imprevistos (valga la incoherencia). A parte, estoy muy pendiente de todo lo que dice y toquetea el DOP (y lo apunto para que no se me cuele nada), y de lo que opina al respecto el director. Y lo mismo con cada miembro del equipo que haya podido venir, porque el curro de todos tiene muchísima importancia y para nosotros, se traduce en tiempo.
Después de la reunión con
el director y ya localizados, lo que hago es hablar con el DOP en privado. ¿Para
qué? Para consultarle todas las dudas tenga. Que serán unas cuantas y en serio,
que la experiencia me dice que es mejor parecer tonta por preguntar demasiado,
que dártelas de que ya lo sabes y hacer palmar a todo el mundo dos horas porque
tú has planificado mal. Y eso no es culpa del DOP, es culpa del ayudante que va
de listo y no tiene ni idea de foto. A mí me pasó hace tiempo y aprendí la
lección (y mucho más sobre foto, que me ha venido genial después). Sólo lo
aviso para novatos: no entenderse bien desde antes es una cagada, y se sufre
mucho cuando ves que el rodaje va mal y la culpa es enteramente tuya (por mucho
que grites a otros, que no se lo merecen).
Las preguntas que le hago
al DOP varían evidentemente en función de cada proyecto, pero hay algunas cosas
(muy obvias) que procuro tener muy claras cuanto antes:
- Con qué cámara rodamos y qué ópticas llevamos. No se tarda lo mismo en rodar con Alexa que con una 5D, y como vayamos en 35mm… ahí ya no voy a entrar. Saber las diferencias es cuestión de experiencia, pero cuando no la tenemos lo suyo es preguntar. Hay que preguntar mucho. Por ejemplo, yo hace poco tuve un rodaje subacuático en el que rodábamos con una 5D metida en una funda, y lo que hice fue acordar con el DOP qué óptica iba a utilizar en cada plano, y planificar juntando todo lo posible los planos que fueran con la misma (porque cambiar de óptica cuando tienes la cámara enfundada bajo el agua es un ratejo). O sea sé, que planifiqué todo a favor de foto. Es importante saber estas cosas.
El actor Kike Biguri entre tomas del rodaje subacuático que os contaba |
- Con qué equipo de iluminación contamos. En los cortos de guerrilla, por ejemplo, se suele tardar más de lo normal en iluminar porque el pobre DOP no tiene ni la mitad de las cosas que necesitaría para clavar la luz que quiere, así que se vuelve loco cuarzo para arriba, bandera para abajo. Y si necesitan un HMI o vamos con grupo electrógeno o equis, también se puede tardar más. Esto son variables más concretas de cada proyecto, pero es importante hablarlas antes de tirarte de los pelos en el set porque llevan 40 minutos para iluminar un plano detalle y ya no sabes a quién matar.
- Quién forma parte de su equipo (cuántos y quiénes son). Cuántos eléctricos tenemos, quién opera la cámara, si hay varias cámaras, si el auxiliar además de cambiar ópticas es foquista y hace claqueta y le lía los cigarros al operador. Si el maquinista tiene experiencia o es el primo del de Producción. Todo esto me da pistas también de motivos por los que podríamos ir a la velocidad de la luz (guiño, guiño) o vamos a palmar como campeones.
- Preferencias del DOP en cuanto al orden del rodaje. A mí me gusta plantearle un ‘si viviéramos en un mundo ideal y todo girara en torno a qué tú fueras muy feliz… ¿en qué orden te gustaría rodar esto?’ Si me lo cuenta, que a veces no tiene tiempo o no surge el momento de hablar de algo tan concreto, le escucho con mucha atención y apunto. Que luego planificando muchas veces tengo otras prioridades (por maquillaje, por acting, por lo que sea) y de lo que le gustaría le doy un tercio, pero oye, ya tengo más claras sus necesidades (y me llevo mejor con él, porque se ha sentido valorado en algo que no es estrictamente su decisión, y eso siempre gusta).
En definitiva, los
directores de fotografía son auténticos magos de la luz que consiguen que una
habitación cutre parezca un lugar increíble a través del combo. (Casi) siempre
saben muy bien lo que hacen, y van tan a favor del proyecto como el ayudante (o
más). Si nos lo curramos aquí, nos ahorraremos dolores de cabeza (y de
garganta) en el rodaje, cosa que merece mucho la pena. Y además, son de lo dan
todo en la fiesta de fin de rodaje, así que hazte siempre amigo del DOP, que te
lo vas a pasar muy bien.