Uno de los principales acometidos de un ayudante de
dirección es intentar que el director esté lo más tranquilo posible: que pueda
centrarse en preparar el plano y debatirlo con el dire de foto, que tenga
tiempo para dirigir a los actores con calma… En definitiva, que no tenga que estar
pendiente de tiempos ni de dónde está cada quién, porque cuando quiere saber
algo, tú vas a estar ahí para él (o ella, entiéndase). Los ayudantes de dirección tratamos de ser un torbellino para el resto
del equipo, y un valium para el director. Digo ‘tratamos de’ porque esto es
cuanto menos complicado, y no siempre se consigue, pero es una de nuestras
principales metas.
En cualquier caso, la relación entre director-ayudante podríamos
decir que se divide en tres fases: antes de rodar, rodando y de cañas.
La fase de antes de rodar empezaría guión literario en mano,
deduciendo (de forma muy aproximada) las jornadas que harán falta, charlando
sobre el posible reparto, convocando reunión de todo el equipo, empezando a ver
guión técnico, localizaciones, muchos mails y llamadas, casting, ensayos, pruebas
de vestuario-maquillaje-peluquería, etc.
Yo personalmente, antes de empezar a romperme la cabeza
haciendo puzles para crear un planteamiento de rodaje sólido, lo normal es que
me reúna a solas con el director y el guión técnico bajo el brazo. Lo que hago
es ir mirando secuencia a secuencia con él, comentando cada plano y debatiendo
ubicación de la cámara, posiciones de actores… y sobre todo: dejando claro qué
planos son imprescindibles para él, de forma que yo pueda estructurar el rodaje
asegurando que si hubiera que renunciar a algún plano, no sería ninguno de
esos.
Además esa reunión es un momento que a mí me encanta, porque
nos viene genial a los dos: a él por tener que explicar en alto y gesticulando
lo que hay en su cabeza (y eso siempre implica auto-entenderse a otro nivel), y
a mí porque hace que nuestras mentes se sincronicen y yo sepa qué está buscando
él exactamente en cada momento. Y para qué negarlo, solemos echarnos unas risas
y conocernos más, cosa que también ayuda mucho a la complicidad que nos hará
falta después en rodaje. Éste es el punto en el que empezamos a dejar de ser compañeros de trabajo y nos vamos haciendo piña. Por cierto, que especialmente importante es ésta
reunión cuando no hay un director, sino dos. Y eso ya es tan divertido que
merece dedicarle una entrada aparte, con unas cuantas anécdotas de las que os
había prometido. Pronto.
Pongamos ahora que ya hemos pasado por toda la fase previa –
que implica un millón de cosas a las que volveremos – y nos plantamos en el primer día de rodaje. Después de dar los buenos días con energía mañanera a todo
el equipo (menudos madrugones nos pegamos), desde el equipo de dirección nos
aseguramos de que todos tengamos claro con qué arrancamos. Tras ello, yo suelo
hacer un brindis de café con el director y me lo llevo a un rincón para repasar
el plan del día mientras preparan el plano. Este momento viene a ser lo mismo
que la reunión de antes, aunque más por encima y sin embargo más real.
Ese momento con el director Álvaro González, en el rodaje de ‘El Jardinero’ Octubre 2012. Foto © Alba Delgado. |
Aquí pueden pasar dos cosas: una es que sea un ‘todo OK’
definitivo, en cuyo caso el mundo nos parecerá un lugar maravilloso, aclararemos
quién da la acción y nos pondremos a ello (fue lo que pasó en esa foto); y la otra
es que el director te suelte un “no, anoche casi no dormí y después de muchas
vueltas me di cuenta de que necesito movimiento en estos dos planos, así que he
pensado que va a ser uno travelling y el otro con la steady. Y he decidido que al final sí que
quiero sangre en la camisa de él”.
Bien, pues si pasa lo segundo (que me ha pasado, literal) tenemos un problema. Va a haber que reestructurar la orden así que se
agradecerá que esto suceda a primera hora de la mañana y no cuando ya
habían colocado la cámara para los dos planos en cuestión y tenías a los
actores en posición. Tenemos que coordinarnos con Producción porque esto cambia
tiempos y logística. Y además toca explicarle al director que sintiéndolo mucho
la camisa de él no puede tener sangre porque no hemos avisado a Maquillaje ni a Vestuario de ello previamente, así que no hay ni sangre ni dobles camisas.
¿Y qué hacemos entonces? Pues evaluar posibilidades. Si
la sangre es efectivamente necesaria, a lo mejor podemos cambiar esa secuencia
al día siguiente y durante la jornada de hoy hablar con Producción para
conseguir más camisas iguales y traer sangre a Maquillaje. Pero quizá podemos razonar con el director que la sangre no es necesaria, y que podría
unir el nuevo travelling con otro que tenía antes en un solo plano, de forma
que el único trastoque sea que un plano fijo pasa a ser con steady (para lo que sacas tiempo
habiendo fusionado los dos travellings). Siendo todo ello algo que por supuesto tenéis que hablar también
con el dire de foto y el operador de cámara.
Y todo esto nos lleva al segundo acometido principal del
ayudante: ser el nexo entre el director y el resto del equipo. Hablaremos de ello muy pronto, al tratar las funciones del ayudante de dirección en rodaje y cómo se relaciona internamente el equipo de dirección al completo.
¡Gracias por estar ahí!
Buenas Eva, dos cosas te voy a decir:
ResponderEliminar1.- Gracias por escribir sobre la ayudantía de dirección, he hecho algunos cortos de ayudante y es el puesto que más me motiva...no entiendo como hay gente que prefiere otro puesto en un rodaje 8)
Y 2.- Más, más, más...
Por cierto me ha recomendado este blog Saúl dice que ha trabajado contigo y eres una "crack"...yo ahora estoy en Huelva, pero si te hace falta un ayudante, auxiliar, te lave, te planche, me cojo un tren antes que digas tarta de arándanos.
Saludos y aquí estaré leyendo.
¡Muchísimas gracias Alonso!
ResponderEliminarMe alegra que compartamos vocación y que mi blog pueda serte útil, para eso estamos. Como dije en la primera entrada, si quieres que hable de algo en concreto, coméntame y vamos a por ello cuanto antes.
Estoy trabajando con Saúl ahora mismo en un corto del que ya hablaré por aquí porque creo que voy a aprender mucho con él. Me alegra también que te lo haya recomendado, yo preguntaré por ti a Saúl para, como dices, tenerte en mente para lo que pueda ir surgiendo.
Un abrazo fuerte y gracias por el primer comentario de la historia de éste blog... no sabes la ilusión que me han hecho tus palabras. ¡Gracias por estar ahí!